La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que al menos mil 373 palestinos han muerto desde finales de mayo mientras esperaban recibir ayuda humanitaria en Gaza. La mayoría de las muertes, según el Alto Comisionado de Derechos Humanos, fueron provocadas por disparos del Ejército israelí en zonas de distribución respaldadas por Estados Unidos.
Human Rights Watch calificó los hechos como “crímenes de guerra” y denunció un sistema de reparto militarizado que ha convertido la entrega de alimentos en escenarios de violencia masiva. La ONG acusó a Israel de “matar de hambre” a los civiles y dispararles cuando buscan comida para sus familias.
Tan solo entre el 30 y 31 de julio, se registraron 105 muertos y 680 heridos en la zona de Zikim, al norte del enclave. La ONU documentó más de 850 muertes cerca de los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza, y otras 514 en las rutas de los convoyes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que trabaja en un nuevo plan de distribución de ayuda. Su enviado especial, Steve Witkoff, visitó Gaza junto al embajador Mike Huckabee para evaluar la situación y rediseñar el modelo de reparto.
(CAGG)