Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, compareció este jueves ante un tribunal federal en Nueva York, donde su defensa exigió condiciones dignas de reclusión y acceso pleno a su equipo legal.

El llamado Narco de narcos permanece aislado en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, bajo estrictas medidas de seguridad. Ocupa una celda sin ventanas de apenas tres metros cuadrados, sin acceso a televisión ni contacto físico con familiares. Pasa 23 horas al día encerrado, y los fines de semana permanece incomunicado las 24 horas, sin posibilidad de revisar material audiovisual ni sostener reuniones adecuadas con sus abogados.

El juez Frederic Block fijó una nueva audiencia para el 16 de octubre, en la que el Buró Federal de Prisiones deberá justificar el protocolo que mantiene al capo bajo régimen de aislamiento extremo.

La defensa sostiene que Caro Quintero no representa una amenaza grave y que su estado de salud amerita atención. En contraste, la Fiscalía argumenta que el caso es complejo y que existen pruebas que lo vinculan con operaciones del Cártel de Sinaloa incluso desde prisión.

Caro Quintero enfrenta cargos por asesinato, narcotráfico y uso ilegal de armas, incluyendo el secuestro y homicidio del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), Enrique Kiki Camarena, ocurrido en 1985. Aunque fue extraditado desde México en febrero, aún no hay fecha definida para el inicio de su juicio. La próxima actualización del caso está programada para el 19 de marzo de 2026.

(CAGG)