Washington D.C. logró frenar el intento del gobierno de Donald Trump de asumir el control directo de su policía metropolitana. El acuerdo judicial establece que el jefe de la DEA, Terry Cole, no podrá dar órdenes a los agentes, sino solo emitir recomendaciones a través del alcalde.
La medida fue impulsada por una orden de la fiscal Pam Bondi, pero enfrentó una demanda del fiscal local Brian Schwalb, quien calificó la intervención como una “toma hostil”. La jueza Ana Reyes medió el acuerdo, reafirmando la autonomía legal de la ciudad.
Aunque D.C. no es un estado, su Ley de Autonomía Local garantiza cierto control interno, pese a la supervisión del Congreso.
(CAGG)