El papa León XIV repudió las guerras y pidió compasión hacia las víctimas y los refugiados durante su misa de gallo, oficiada en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.

Durante la homilía, el pontífice recordó el sufrimiento de los habitantes de la Franja de Gaza, así como de las personas desplazadas y de quienes no tienen hogar en distintas regiones del mundo.

"¿Y cómo no pensar en las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a las lluvias, al viento y al frío, y en las de tantos otros desplazados y refugiados en cada continente, o en los refugios improvisados de miles de personas sin hogar en nuestras ciudades?”, expresó.

Ante cerca de seis mil asistentes, León XIV criticó la economía global al calificarla como distorsionada, al señalar que lleva a tratar a las personas como mercancía, y afirmó que Dios se hace hombre para liberar de toda esclavitud.

Durante su bendición Urbi et Orbi, el líder de la Iglesia católica pidió justicia, paz y estabilidad para Líbano, Palestina, Israel y Siria, y llamó a propiciar el diálogo en América Latina y Ucrania ante la multitud reunida en la Plaza de San Pedro.

"Oremos de manera especial por el atribulado pueblo ucraniano, para que cese el estruendo de las armas y las partes implicadas, con el apoyo de la comunidad internacional, encuentren el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa. Que el Niño Jesús inspire a quienes tienen responsabilidades políticas en América Latina para que, al enfrentar los numerosos desafíos, se le dé espacio al diálogo por el bien común y no a las exclusiones ideológicas y partidistas", dijo.

Robert Prevost también oró por las personas afectadas por catástrofes naturales en el sur de Asia y Oceanía, y recordó que Dios no es indiferente al sufrimiento humano, por lo que instó a los fieles a abrir su corazón a los más necesitados.

(CAGG)