La cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte 2025 (OTAN), celebrada en La Haya, Países Bajos, concluyó con un acuerdo histórico: los 31 países que la integran se comprometieron a elevar su gasto en defensa al 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2035. El nuevo objetivo incluye un mínimo del 3.5 % destinado exclusivamente a capacidades militares, y el resto a infraestructura crítica y seguridad estratégica.
La decisión fue impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien presionó a los aliados para asumir una mayor carga financiera.
España, sin embargo, expresó su rechazo a la meta, argumentando que comprometería su modelo social. A pesar de ello, el acuerdo fue aprobado por consenso, con flexibilidad para ciertos países.
Durante la cumbre, Trump también se reunió con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para discutir un posible alto el fuego en Ucrania y el envío de más baterías Patriot. En paralelo, el presidente ruso Vladímir Putin acusó a la OTAN de provocar una carrera armamentista y anunció el fortalecimiento de la tríada nuclear rusa.
El secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, defendió la medida como una respuesta necesaria ante la amenaza rusa y la creciente inestabilidad global. El bloque también reafirmó su apoyo a Kiev y su compromiso con la defensa colectiva.
(CAGG)