Todos los conductores de vehículos comerciales en Estados Unidos deben demostrar dominio del idioma inglés para conservar su empleo, debido a la entrada en vigor de un nuevo decreto por parte del presidente Donald Trump. Esta medida afecta a camioneros que operan en rutas interestatales, incluyendo a miles de trabajadores migrantes, especialmente de origen latino.

La disposición exige que los chóferes puedan leer y hablar en inglés con fluidez suficiente para comprender señales de tránsito, responder a autoridades y llenar reportes.

Quienes no cumplan con este estándar serán considerados “no aptos” para operar y podrían enfrentar multas de hasta 10 mil dólares, además de la revocación de sus licencias.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, fue tajante tras señalar que si “un conductor que no puede entender inglés no conducirá un vehículo comercial en este país”.

La medida generó preocupación entre asociaciones de transportistas, que advierten sobre el impacto económico y social para miles de familias. Algunas organizaciones ya ofrecen clases gratuitas de inglés para ayudar a los conductores a cumplir con los nuevos requisitos.

(CAGG)