El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama advirtió que el país atraviesa “un punto de inflexión” tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, y acusó al actual mandatario Donald Trump de profundizar la división nacional en lugar de buscar la unidad.
Obama condenó la violencia política y la retórica que, desde su perspectiva, ha sido alimentada por la administración actual.
Obama recordó otros momentos de crisis, como el tiroteo en Charleston en 2015 y los ataques del 11 de septiembre, para subrayar el papel presidencial como unificador. También criticó el uso de términos como “alimañas” y “enemigos” por parte de Trump y sus asesores, tras la muerte de Kirk.
La Casa Blanca respondió acusando a Obama de ser “el arquitecto de la división política moderna”, y defendió la postura del presidente Trump como legítima frente a la “izquierda radical”.
Obama también expresó preocupación por el despliegue de la Guardia Nacional en Washington y los controles federales en Los Ángeles, señalando que se están rompiendo normas que antes eran respetadas por todos los presidentes.
(CAGG)