Con el despliegue de agentes de la Patrulla Fronteriza y la presencia de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, el gobierno del presidente Donald Trump intensificó esta semana los operativos migratorios en Chicago.
La operación, bautizada como Midway Blitz, se concentra en barrios latinos y suburbios del área metropolitana, pese al rechazo del gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, y del alcalde de Chicago, Brandon Johnson.
La estrategia ha encendido alertas entre organizaciones civiles, luego de que un mexicano muriera durante una redada y más de 250 personas fueran detenidas en menos de una semana, según cifras del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los detenidos son trasladados a centros en Indiana y Wisconsin, mientras activistas denuncian arrestos arbitrarios y perfilamiento racial.
La comunidad latina ha reportado presencia de vehículos sin placas y agentes enmascarados en zonas residenciales. Incluso ciudadanos estadounidenses han sido esposados e interrogados por error. Organizaciones civiles ya han interpuesto demandas por detenciones ilegales y uso excesivo de fuerza.
(CAGG)