La policía de Moldavia detuvo a 74 personas por un presunto plan ruso para desestabilizar el país antes de las elecciones parlamentarias. Las autoridades realizaron más de 250 redadas y aseguraron armas, pasaportes y equipo táctico.
Según la Fiscalía moldava, los detenidos habrían recibido entrenamiento en Serbia y fueron reclutados por redes criminales coordinadas desde Rusia. El objetivo: incitar disturbios masivos y sembrar miedo entre la población.
La presidenta Maia Sandu acusó al Kremlin de financiar campañas de desinformación y reclutar agitadores desde el extranjero. La operación busca evitar disturbios masivos y proteger el proceso democrático.
(CAGG)