La mandarina (Citrus reticulata) es una fruta muy apreciada por sus múltiples propiedades culinarias, cosméticas y medicinales. Aunque se parece a la naranja, es más pequeña y tiene forma esférica.

Su pulpa dulce y jugosa se divide en 10 o 12 gajos, lo que la hace aún más irresistible.

En el mundo de la gastronomía, la cáscara de la mandarina se utiliza para dar sabor a gelatinas, caramelos, gomas de mascar, panes, bebidas carbonatadas y licores. Además, se emplea en la elaboración de aceites que realzan el sabor de ensaladas, carnes, pescados y mariscos.

Pero las propiedades de la mandarina no se limitan solo al ámbito culinario. El aceite de esta fruta se utiliza en cosméticos para proteger la piel, reducir las manchas solares y prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas.

Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios del consumo de mandarinas?

1. Reducción del colesterol malo: contienen sinefrina, una sustancia que ayuda a frenar la producción de colesterol malo en el cuerpo.

2. Pérdida de peso: Los médicos han descubierto que al consumirlas reducen los niveles de insulina, evitando que el azúcar se almacene como grasa y convirtiéndolo en energía, lo que lleva a la pérdida de peso.

3. Propiedades antimicrobianas: Las mandarinas tienen propiedades antimicrobianas que previenen infecciones y protegen contra virus, hongos e infecciones bacterianas.

4. Beneficios para la piel: Al igual que otros cítricos, son beneficiosas para la piel. El aceite de mandarina ayuda en el crecimiento de nuevas células y tejidos, acelerando la curación de heridas.

(KBR)