El gobierno de Israel negó este domingo las acusaciones de maltrato contra la activista sueca Greta Thunberg y otros integrantes de la flotilla Global Sumud, quienes fueron detenidos tras intentar ingresar a Gaza con ayuda humanitaria.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores calificó los señalamientos como “mentiras descaradas” y aseguró que “todos los derechos legales de los detenidos se respetan plenamente”.
Las denuncias surgieron luego de que varios activistas deportados a Turquía relataran haber sido retenidos con las manos atadas, sin acceso a agua ni alimentos durante más de 36 horas. Algunos afirmaron que, ante la falta de líquidos, intentaron beber agua del inodoro.
Entre los testimonios más graves, se acusa a las fuerzas israelíes de haber arrastrado a Thunberg por el suelo, golpearla y obligarla a besar una bandera israelí. Israel respondió que la joven “no presentó ninguna queja ante las autoridades” y que ella misma se negó a acelerar su deportación.
La embarcación, interceptada por la Armada israelí en aguas internacionales a unas 70 millas de la costa de Gaza, fue calificada por el gobierno como “la flotilla Hamás-Sumud”, y su operación se justificó por tratarse de una “zona de combate activa”.
Organizaciones humanitarias y gobiernos europeos han solicitado una investigación independiente para esclarecer los hechos y garantizar el respeto a los derechos humanos de los activistas detenidos.
(CAGG)