Israel lanzó este lunes un ataque sin precedentes contra la prisión de Evin y centros de comando de la Guardia Revolucionaria en Teherán. La ofensiva, confirmada por el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, se dirigió a instalaciones clave del aparato represivo iraní, incluyendo la milicia Basij y la prisión conocida por albergar a opositores políticos y ciudadanos con doble nacionalidad.

El bombardeo, parte de una campaña militar que ya suma once días, fue calificado por Jerusalén como un mensaje directo al régimen de los ayatolás. Imágenes difundidas por medios iraníes muestran la entrada de la prisión destruida, mientras que las autoridades aseguran que la situación está “bajo control”.

Dicha penitenciaría, símbolo de represión desde la revolución de 1979, ha sido blanco de denuncias por violaciones a los derechos humanos y es considerada un punto neurálgico del poder iraní. El ataque también alcanzó centros de mando de la Guardia Revolucionaria, responsables de la seguridad interna del país.

(APHA)