La Iglesia Católica en Florida calificó como “corrosivo” e “inapropiado” el nuevo centro de detención migratoria conocido como Alligator Alcatraz, ubicado en los Everglades. El recinto, rodeado de caimanes y pitones, ha sido señalado por su aislamiento, precariedad estructural y condiciones insalubres.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, denunció que el uso de reptiles como elementos disuasorios “atenta contra el bien común” y pidió evaluar la aplicación de la ley migratoria. A su postura se sumó el obispo Frank J. Dewane, quien exigió un enfoque “humano y proporcional” en las deportaciones, tras reportes de agentes enmascarados y falta de debido proceso.
La Iglesia subraya que la mayoría de los migrantes son trabajadores pacíficos y exige respeto a su dignidad.
(CAGG)