A un año del atentado contra el presidente Donald Trump en Butler, Pensilvania, el Senado de Estados Unidos publicó un informe que responsabiliza al Servicio Secreto por una “cascada de fallos evitables” que permitieron el ataque durante un mitin de campaña en Butler, el 13 de julio de 2024.
El Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales denunció errores graves como la negativa a reforzar la seguridad, la falta de coordinación con autoridades locales y la omisión de alertas sobre amenazas previas.
El informe critica que sólo seis agentes fueron suspendidos, sin despidos ni consecuencias proporcionales a la gravedad del incidente. La entonces directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, renunció diez días después del atentado, y su sucesor, Sean Curran, aseguró que se han implementado reformas internas.
La Cámara Alta insiste en que las sanciones aplicadas son insuficientes y exige mayor rendición de cuentas.
(CAGG)