Los 50 estados de Estados Unidos junto con Washington, D.C. y cuatro territorios, alcanzaron un acuerdo por siete mil 400 millones de dólares con Purdue Pharma y la familia Sackler, responsables de la creación y promoción de OxyContin, el opioide que desató una epidemia nacional de adicciones y muertes.

El acuerdo pone fin a años de litigios y prohíbe a los Sackler volver a fabricar o comercializar opioides en territorio estadounidense. Además, pone a Purdue bajo control de una junta independiente y supervisión judicial.

Los fondos se destinarán a programas de prevención, tratamiento y recuperación por adicción durante los próximos 15 años, con una parte significativa, más de dos mil millones, desembolsados en los primeros tres años.

Este acuerdo es trascendental, aunque nunca suficiente para reparar el daño causado, afirmó el fiscal general de Connecticut, William Tong.

El pacto reemplaza uno previo de seis mil millones que fue anulado por la Corte Suprema. Ahora, la aprobación del tribunal de bancarrota y la adhesión de gobiernos locales serán los siguientes pasos.  

(APHA)