Migrantes detenidos en el centro Alligator Alcatraz, ubicado en los Everglades de Florida, han denunciado condiciones inhumanas que incluyen carpas improvisadas, comida en mal estado, baños desbordados, y falta de agua y atención médica.
Testimonios de familiares y abogados revelan que los internos no pueden bañarse, reciben un solo sándwich al día, y carecen de productos de higiene. Algunos reportan que las luces permanecen encendidas todo el tiempo, impidiendo el descanso, mientras que mosquitos gigantes y temperaturas superiores a los 40°C agravan el entorno.
El centro fue construido en apenas dos semanas sobre un viejo aeródromo, en una zona pantanosa con caimanes y pitones. Aunque fue presentado como una “solución temporal y eficiente”, su costo ya supera los 600 millones de dólares.
Activistas, como Thomas Kennedy, y legisladores que intentaron visitar el lugar fueron rechazados en la entrada, mientras que organizaciones como World Relief denuncian la prohibición de orar y la confiscación de biblias, vulnerando derechos fundamentales.
(CAGG)