La violencia que azota a Sinaloa ha comenzado a afectar también al sector ambiental. En Culiacán, el santuario Ostok anunció el cierre de sus instalaciones y el inicio del traslado de alrededor de 700 animales al municipio de Mazatlán, incluidos los elefantes Big Boy y Bireki.
Ernesto Zazueta, presidente de Ostok Sanctuary, informó que tanto él como su familia han sido víctimas de extorsiones y amenazas. Sin embargo, lo que motivó definitivamente la reubicación fue la imposibilidad de garantizar el bienestar de los animales ante la creciente inseguridad.
Durante los últimos ocho meses, el santuario ha enfrentado diversos incidentes: el robo de una camioneta de rescate totalmente equipada, bloqueos carreteros que impidieron la entrega de alimentos, y, más recientemente, la urgencia médica de la elefanta Bireki, quien sufrió una lesión en una pata. Ningún veterinario especialista accedió a acudir a Culiacán por temor a la violencia.
Zazueta destacó que, en los cuatro años de operación del santuario, se logró rescatar a aproximadamente 2,700 animales víctimas de maltrato, tráfico ilegal, abandono o invasión de su hábitat. La mayoría de ellos han sido rehabilitados y liberados en su entorno natural.
Los animales serán reubicados en Bioparc El Encanto, ubicado en la sindicatura de El Habal, en el municipio de Mazatlán, donde se espera que puedan continuar su proceso de recuperación en condiciones más seguras.
(CAGG)