MILWAUKEE — Los Cerveceros han llegado a postemporada como favoritos y también como desvalidos. Han estado encendidos y apagados, en casa y como visitantes, con plantillas repletas de estrellas o integradas por bateadores pequeños y lanzadores sin mucho nombre. Pero sin importar las circunstancias, el escenario o el talento sobre el papel, el resultado de sus últimas cinco apariciones de octubre desde 2019 había sido, desesperantemente, el mismo: una eliminación inmediata.
William Contreras y Andrew Vaughn conectaron jonrones solitarios para dar la ventaja, y Brice Turang, tras una serie para el olvido, respondió con un batazo de seguridad. Mientras tanto, cinco lanzadores de Milwaukee —incluido el cerrador estelar Trevor Megill como abridor y una fuerte dosis de novatos como Jacob Misiorowski y Chad Patrick (permitieron sólo seis corredores en base y lograron sumar los 27 outs) en la victoria 3-1 sobre los Cachorros en el Juego 5 de vida o muerte de la Serie Divisional de la Liga Nacional, en el American Family Field que registró una entrada de 42,743 aficionados en juego que duró 2 horas con 36 minutos.
Con eso, Milwaukee puso fin a una racha de seis series de postemporada consecutivas con derrota, eliminó a su rival divisional y avanzó a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, donde lo espera otro contrincante de peso: los Dodgers.
El primer lanzamiento del Juego 1 de la SCLN llegará pronto: está programado para el lunes a las 7:08 p.m. CT, apenas terminen de recoger las serpentinas del terreno y secar la alfombra del clubhouse. Pero antes, los Cerveceros saborearon una de las victorias más dulces en la historia de la franquicia. No sólo les dio supremacía ante Craig Counsell y los Cachorros, no sólo rompió la maldición que comenzó con la derrota ante los Dodgers en el Juego 7 de la SCLN 2018, cuando Counsell era el manager local, sino que también puso cierre satisfactorio a una serie que se tornó intensamente tensa.
Milwaukee tomó control con ofensivas tempraneras en los Juegos 1 y 2 en casa, perdió el rumbo en Wrigley con derrotas en los Juegos 3 y 4, y luego regresó a casa para resolverlo todo frente a una eufórica multitud de 42,743 aficionados, con miles más viendo desde todo Wisconsin.
Entre ellos, el dueño Mark Attanasio, supersticioso como siempre, usó los mismos tenis Nike que calzó la última vez que los Cerveceros ganaron un juego de eliminación en este estadio: el Juego 5 de la SDLN 2011 contra los D-backs. Los zapatos estaban tan viejos que el encargado del equipo, Jason Shawger, tuvo que pegarlos con goma. Pero funcionaron.
Una vez más, el primer inning marcó el tono. Megill, el cerrador All-Star de los Cerveceros, que se perdió un mes al final de la campaña, fue el abridor y se convirtió en el primer lanzador de Milwaukee que no permitió jonrón a los Cachorros en el primer episodio durante la serie.
Contreras conectó su vuelacercas con dos outs en la parte baja de ese primer inning, haciendo de esta la primera serie de al menos cinco juegos en la historia de la postemporada con un jonrón en el primer inning en cada juego, según Elias Sports Bureau. Aunque Seiya Suzuki respondió de inmediato con un cuadrangular para los Cachorros ante el primer lanzamiento que vio de Misiorowski, el novato de 23 años se asentó y encaminó a Milwaukee hacia la victoria con su fórmula habitual: prevención de carreras.
Misiorowski sacó 12 outs con 54 lanzamientos, seguido por Aaron Ashby (un out), el novato Patrick (cinco outs) y Abner Uribe, quien logró el primer salvado de más de una entrada en su carrera. “Es un equipo que se merece y se ganó el derecho de aspirar a la Serie Mundial,” dijo Counsell sobre los Cerveceros. “Es un buen equipo de béisbol”.
Uribe permitió sólo un corredor (por boleto) en sus dos innings con 22 lanzamientos. El noveno fue de tres bateadores, tres outs, en nueve pitcheos. Pero eso no lo hizo sentirse fácil. A pesar del constante cambio de planteles en la MLB actual, muchos en Milwaukee aún recuerdan la derrota ante los Mets en la Serie de Comodín del año pasado, decidida por un jonrón de Pete Alonso en la novena ante Devin Williams, en el último juego narrado por el legendario Bob Uecker.
Cuando Uribe provocó un rodado de Carson Kelly con dos outs y Joey Ortiz lo convirtió en out para sellar la victoria, los Cerveceros ya no tendrían que responder preguntas sobre su racha negativa en octubre.
Yelich buscó la palabra correcta para describir lo que eso significa para jugadores, cuerpo técnico y directivos que han cargado con ese peso durante años. “No sé si es alivio,” dijo. “Es más como superar el primer obstáculo. De verdad lo queríamos y creímos unos en otros todo el camino, incluso después de perder esos dos juegos en Wrigley. Fueron dos equipos muy buenos compitiendo, y nosotros salimos adelante”.
Otro viejo conocido los espera. Después de todo, fueron los Dodgers quienes dejaron a Milwaukee a un triunfo de la Serie Mundial en 2018. Las Mayores/Cerveceros.
(CAGG)