El sheriff del condado de Brevard, en Florida, Wayne Ivey amenazó en una conferencia de prensa a los posibles alborotadores donde los advirtió que se apeguen a la ley y que no es un juego, además de cualquier agresión hacia uno de los agentes, serían llevados al hospital y luego a la cárcel. Y si llegaran a apunta con un arma se notificará a familiares donde recoger sus resto.
(APHA)