Como si se tratara de un partido de vuelta o una revancha, senadores se volvieron a reunir en la sesión extraordinaria de la Comisión Permanente en San Lázaro.
En esta ocasión, el órgano legislativo condenó los hechos violentos protagonizados por el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, y otros legisladores priistas durante la pasada sesión. Además, solicitó a las mesas directivas del Senado y de la Cámara de Diputados dar seguimiento a las denuncias penales ya presentadas en contra de los presuntos agresores.
“La Comisión Permanente condena con absoluta energía la cobarde y brutal agresión que seis legisladores federales del PRI organizaron, planearon e instrumentaron con alevosía y ventaja en contra del senador presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, de la diputada Dolores Padierna y del Ciudadano Emiliano González González, trabajador de la Cámara de Senadores”, señaló Fernández Noroña al leer el pronunciamiento.
Y como consecuencia, los legisladores tricolores no resistieron y respondieron a estas acusaciones.
“Quiero dirigirme a los sensatos de Morena: trabajemos por México. No permitamos que el ego y la frustración de un solo personaje arrastren la vida parlamentaria. Fernández Noroña no está aquí por mérito propio, sino por un acuerdo político. Y hoy lo que exhibe es desesperación”, afirmó
Y claro no podría faltar la intervención de Moreno Cárdenas, quien descalificó la sesión y volvió a criticar Fernández Noroña.
“Estamos por capricho de un fanático, y como dijera José de San Martín, un infeliz mortal, que se encontró de golpe con una miserable cuota de poder. Este trastornado personaje se ha pasado un año violando la ley, las normas del Congreso, degradando la conducción de las sesiones y la representación de la cámara alta de este órgano del Estado mexicano”, expuso.
Así fue como terminó la sesión extraordinaria, que se desarrolló en la tónica de la actual legislatura: la confrontación de fuerzas partidistas y el desacuerdo político.
(CAGG)