Durante el tradicional Desfile Cívico-Militar celebrado en el corazón de la Ciudad de México, una escena enterneció a los presentes. Una niña, vestida con indumentaria similar a la del Ejército Mexicano, saludó con respeto a los elementos que marchaban por la Avenida Juárez. Su expresión solemne y su postura firme captaron de inmediato la atención de quienes presenciaban el avance de las tropas.
Un integrante de las Fuerzas Armadas protagonizó un acto inesperado, al llegar frente al Palacio de Bellas Artes y separarse brevemente de su formación para acercarse a la menor. Con delicadeza, le obsequió un distintivo de su uniforme, provocando una ovación espontánea entre los asistentes.
Este momento, cargado de simbolismo y sensibilidad, se ha compartido rápidamente en redes sociales. La escena no solo destacó por su calidez, sino también por el mensaje que transmite a las nuevas generaciones: el respeto, la identidad nacional y el orgullo por quienes defienden la soberanía del país pueden sembrarse desde la infancia, con pequeños actos que dejan huella.
(CAGG)