El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció de manera unilateral un alto el fuego de 30 horas por Pascua en Ucrania, el más significativo desde el inicio del conflicto. Sin embargo, la tregua, que estaba programada para durar desde el sábado hasta la medianoche del domingo, se rompió antes de que concluyera su plazo.
El mandatario ucraniano, Volodímir Zelensky, acusó al Kremlin de realizar cientos de ataques durante el paro de hostilidades, incluyendo 26 asaltos y más de 900 ofensivas con drones. Por su parte, el gobierno ruso señaló que Kiev disparó contra sus posiciones al menos 444 veces, además de llevar a cabo agresiones en Crimea y otras regiones fronterizas.
Posteriormente Zelensky anunció el envío de una delegación oficial a Londres, Inglaterra, para discutir nuevamente un posible alto el fuego con Putin. Este encuentro reunirá a representantes europeos, estadounidenses y ucranianos, aunque aún no se han definido los puntos específicos de la agenda ni la lista completa de asistentes.
Las recriminaciones mutuas incrementaron la tensión en el contexto de las negociaciones, lo que empañó los avances previamente logrados en las pláticas hacia la paz. Ambos gobiernos se mantuvieron firmes en sus señalamientos y, aparentemente, continuaron atacándose mutuamente, aunque ninguno asumió toda la responsabilidad.
Estos incidentes ocurren en un escenario donde Estados Unidos advirtió que, si no se registran avances significativos en el alto el fuego, podría retirarse de las negociaciones.
(CAGG)