Luego de 300 años, siete volcanes se encuentran activos en Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, después del terremoto de magnitud 8.8 registrado la semana pasada y que, según científicos, provocó un desplazamiento de dos metros hacia el sur de la península.

Se trata de los volcanes Bezimianni, Kambalni, Karimski, Kliuchevski, Krashenínikov, Mutnovski y Avachinski, los cuales no registraban actividad desde el año 1737, cuando también se produjo un sismo en la región, según informaron medios locales.

El volcán Krashenínikov comenzó a emitir columnas de ceniza que han alcanzado hasta seis kilómetros de altura. Mientras tanto, el flujo de magma del Kliuchevski ha alcanzado una longitud de tres kilómetros, acercándose al glaciar Bogdánovich, que ya ha comenzado a derretirse.

Todos estos fenómenos están afectando al turismo regional, donde son populares las excursiones a la zona donde ahora son especialmente peligrosos los temblores y desprendimientos.

El pasado 30 de julio la península sufrió el terremoto más fuerte de los últimos 70 años, lo que originó un tsunami que afectó al litoral Pacífico.

Por ahora, las autoridades han advertido que se podrían producir réplicas durante el mes y la filial local del Servicio Geofísico Unificado de la Academia de Ciencias de Rusia informó que el sur de Kamchatka se desplazó en casi dos metros al sudeste tras el movimiento sísmico.

(APHA)