Se llevó a cabo una guardia de honor en memoria del alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández Garza, en las instalaciones del Ayuntamiento del municipio.
A la ceremonia asistieron integrantes del gabinete, regidores, alcaldes y representantes del Congreso, quienes expresaron sus condolencias a la familia del edil sampetrino y coincidieron en que fue un ejemplo de servidor público.
Tras el homenaje, los asistentes se trasladaron en caravana a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, donde se celebró una misa encabezada por el arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López. Ciudadanos también acudieron a despedir al panista, quien ocupó la alcaldía en cuatro ocasiones.
Su hijo, Antón Fernández Zambrano, destacó que las obras impulsadas por su padre en el ámbito urbano son un reflejo del compromiso que tenía con San Pedro, y llamó a darles continuidad para honrar su legado.
Por su parte, Max Fernández Zambrano, agradeció el respaldo recibido en estos momentos difíciles. Más que tristeza, dijo, sentían alegría al ver cómo el trabajo de su padre se reflejaba en el cariño de la comunidad.
Durante la despedida, una larga fila de personas se formó para dejar una rosa y dedicar algunas palabras frente a la urna con las cenizas del alcalde.
También participaron en el homenaje sus hijas Vanessa, Milarca y Alanna, quienes compartieron anécdotas personales que mostraron el lado más humano de Fernández Garza.
Entre los asistentes a la ceremonia religiosa estuvieron el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, la titular de Amar a Nuevo León, Mariana Rodríguez, el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, y el exsecretario general de Gobierno, Javier Navarro Velasco.
De esta manera, un estado entero se unió para dar el último adiós a un hombre tan polémico como icónico, que marcó historia por su visión, obras y estilo de gobierno.
(CAGG)