El gobierno salvadoreño inició el traslado de 238 venezolanos recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) —muchos vinculados al Tren de Aragua—, como parte de un acuerdo con Venezuela. A cambio, el régimen de Nicolás Maduro se comprometió a liberar a cinco ciudadanos estadounidenses, cinco residentes permanentes en Estados Unidos y varios presos políticos, entre ellos Rafael Tudares, Roland Carreño y Rocío San Miguel.
Según reportes, se realizaron dos vuelos: uno desde Maiquetía hacia San Salvador con los venezolanos deportados, y otro desde Estados Unidos hacia Caracas con los rehenes liberados.
El presidente Nayib Bukele presentó la propuesta en abril como un “acuerdo humanitario” que incluía la repatriación de 252 migrantes venezolanos detenidos en El Salvador, en compensación por un número equivalente de prisioneros políticos. Bukele ha reiterado que los detenidos en el CECOT enfrentan cargos graves como asesinato, violación y vínculos con el grupo delictivo Tren de Aragua.
En contraste, el gobierno de Maduro acusa a El Salvador de desaparición forzada y abusos contra los derechos humanos, exigiendo la liberación de los migrantes. La iniciativa ha provocado tensiones diplomáticas y suscitado dudas sobre su legalidad.
(CAGG)