En un acto de protesta pacífica, miles de personas marcharon en el centro de Los Ángeles, California, expresando su rechazo a las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y a la presencia de la Guardia Nacional. La tensión se intensificó luego de operativos realizados en Paramount y el Downtown de la ciudad.
La jornada, que se extendió por varias horas, incluyó bloqueos viales y momentos de confrontación, aunque sin registrarse violencia generalizada. Cámaras captaron a manifestantes enfrentándose a agentes, quienes respondieron con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma, en un intento por disolver la movilización.
El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, intervino en el debate, afirmando que “los manifestantes violentos en esta ciudad no representan al pueblo mexicano”, al cual calificó como un pueblo “digno y trabajador”. Johnson enfatizó la colaboración entre ambas naciones y la necesidad de defender el Estado de derecho.
Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el gobernador de California, Gavin Newsom, criticaron los operativos federales del presidente Donald Trump, describiéndolos como “caóticos” y cuestionando la presencia de tropas militares, pues argumentan que las autoridades locales tienen la capacidad de manejar la situación sin esa intervención. Las redadas han resultado en casi 50 detenciones, intensificando el debate político en torno al uso de la fuerza y sus consecuencias humanitarias y sociales.
(APHA)