El gobierno federal oficializó que la credencial del Instituto Nacional Electoral (INE) dejará de ser válida como documento de identificación en trámites bancarios, institucionales y privados. Será sustituida por la nueva Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica, que incluirá huellas dactilares, fotografía y escaneo de iris.
La reforma, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y aprobada por el Congreso, establece que la CURP será el documento nacional de identificación obligatorio en todo el país, tanto en formato físico como digital. Su uso será indispensable para acceder a servicios públicos, realizar trámites y validar identidad en medios digitales.
Expertos advierten que esta medida podría desincentivar la actualización de la credencial para votar, lo que afectaría el padrón electoral y la participación ciudadana en comicios futuros. Consejeros del INE alertan sobre un posible incremento en el abstencionismo y una pérdida de confianza en el sistema democrático.
Además, la interconexión de bases de datos bajo la Plataforma Única de Identidad ha generado preocupación por el manejo de información personal. Aunque el gobierno asegura que se respetará la protección de datos, organizaciones civiles temen un sistema de vigilancia masiva.
La CURP biométrica será obligatoria 90 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. El INE mantendrá su función electoral, pero perderá relevancia como documento de identificación cotidiana.
(CAGG)