La intensidad de los eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, ha aumentado en los últimos años, según datos proporcionados por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, la NASA.

De acuerdo con investigadores, estos fenómenos no solo se han vuelto más frecuentes, sino también más prolongados y destructivos, con cifras que duplican el promedio registrado en los últimos 17 años.

Las observaciones realizadas por el satélite GRACE evidencian una intensificación de las sequías prolongadas y las lluvias torrenciales, afectando regiones cada vez más amplias y durante períodos más extensos.

Los científicos señalan que estos eventos extremos se encuentran estrechamente vinculados al aumento de las temperaturas globales. Los datos sugieren que el calentamiento global altera la forma en que el agua se distribuye en el planeta, incrementando la probabilidad de sequías severas en algunas zonas y de inundaciones catastróficas en otras; además se suma la falta de infraestructura hídrica adecuada, incapaz de hacer frente a tales fluctuaciones.

La alerta está lanzada: es fundamental actuar con urgencia. Las proyecciones indican que los próximos años continuarán marcados por eventos climáticos más intensos y frecuentes, lo que pondrá a prueba la capacidad de adaptación de las sociedades y economías en todo el mundo.

(CAGG)