El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, puso en libertad a 123 prisioneros políticos, entre ellos tres destacados líderes de la oposición: el premio Nobel de la Paz Ales Bialiatski, el excandidato presidencial Viktor Babariko y la activista Maria Kolesnikova.
Los puestos en libertad, en 2020 encabezaron las protestas contra un presunto fraude electoral en los comicios presidenciales de ese año.
Tras su salida, la mayoría de los excarcelados permanecerá en el exilio y, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos, en las cárceles del país aún existen más de un millar de presos políticos.
La medida se dio tras negociaciones entre el gobierno bielorruso y el de Estados Unidos, encabezadas por el enviado especial del expresidente Donald Trump, John Cole.
Luego de dos días de acuerdos, se levantaron las sanciones al potasio bielorruso, lo que abrió las puertas a los detenidos.
Las fuerzas de seguridad de Lukashenko encarcelaron a opositores bajo cargos como “extremismo”, “organizar acciones grupales que socavan el orden público” e “intento de toma del poder”.
Algunos de los presos políticos liberados fueron enviados a Ucrania. La lista incluye activistas, abogados, politólogos y a una exredactora de un diario independiente de Bielorrusia.
(APHA)