Los gobiernos de Estados Unidos y México acordaron medidas inmediatas para garantizar el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944.
Según un comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, nuestro país enviará volúmenes adicionales desde embalses internacionales y aumentará las entregas en seis afluentes del Río Bravo hasta el cierre del ciclo hidrológico quinquenal.
Esta decisión fue impulsada por el presidente del país vecino, Donald Trump, y contó con la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien coordinó la respuesta de su administración.
El acuerdo busca asegurar el suministro de agua para agricultores, ganaderos y municipios del Valle del Río Bravo, afectados por la escasez.
Finalmente, se estableció un esquema de transferencias mensuales adicionales, consultas técnicas periódicas y mecanismos de monitoreo para garantizar el cumplimiento sostenido del tratado.
(CAGG)