El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., enfrentó fuertes críticas durante su comparecencia ante el Congreso, donde legisladores demócratas exigieron su renuncia por considerar que su gestión representa un riesgo para la salud pública.

Ron Wyden, senador demócrata y figura principal del Comité de Finanzas, afirmó que “Kennedy es un peligro para el pueblo estadounidense” y pidió al presidente Donald Trump que lo destituya si no renuncia voluntariamente.

Organizaciones científicas y médicas también han solicitado su salida, cuestionando sus decisiones y el rumbo que ha tomado la política sanitaria bajo su gestión.

El debate sobre el liderazgo en salud pública se intensifica en medio de tensiones partidistas, presiones institucionales y cuestionamientos sobre la autonomía de las agencias sanitarias.

(CAGG)