Por Ángel Gámez
Japón.- En Japón, hace 40 años, se debatía el tema sobre la transportación de productos alimentarios que ocupaban un espacio considerable en los vehículos, como las sandías que son de gran tamaño.
Así que, modificar sus dimensiones fue una idea de gran utilidad, sobre todo para los comerciantes. De esta manera, el agricultor Tomoyoki Ono tuvo la idea de convertir la sandía en forma cuadrada.
La técnica para dar esta forma geométrica radica en que los granjeros colocan la fruta dentro de un contenedor cuadrado hecho con metal y cristal, luego, solo deben esperar de tres a cuatro días para que adopte la figura.
Con el tiempo se convirtió en un producto de lujo, y los precios se dispararon, hasta 300 euros por sandía. En el país asiático existen varias empresas que se dedican a la venta de este producto.
Cabe recordar que, en Asia, la fruta no es tan solo un producto para consumir, sino que está ligada a prácticas sociales y culturales, pues como regalo es un importante símbolo de respeto. Lo que ha provocado su aumento de precio.
Se calcula que más del 80 % de la fruta vendida es destinada a regalos, mayormente para bodas, visitas al hospital o, incluso, para regalar a un superior en el trabajo.
(PDR)