Nacional El Día de Muertos y la Flor Cempasúchil: Una Leyenda de Amor Eterno

Por: Kimberly Bedón
Viernes 1 de Diciembre de 2023

Una tradición que honra a los difuntos encuentra su símbolo más importante en la flor cempasúchil


En el Día de Muertos, una de las festividades más importantes y tradicionales de México, la flor cempasúchil se convierte en un componente esencial en las ofrendas que se hacen para recordar y honrar a los seres queridos fallecidos. Su nombre, proveniente del náhuatl "cempoalxochitl", que significa "flor de veinte pétalos", se ha convertido en un símbolo emblemático de esta celebración.


Según la creencia popular, el olor característico de los pétalos de la cempasúchil marca el camino que las almas de los difuntos deben recorrer para llegar a sus ofrendas en el mundo de los vivos. Esta leyenda de temática amorosa tiene como objetivo explicar el origen de esta flor tan especial.


La historia cuenta que hace mucho tiempo existieron dos jóvenes llamados Xóchitl y Huitzilin. Crecieron juntos y compartieron una historia de amor durante su juventud. Decidieron subir a lo alto de una colina, donde moraba el Dios del Sol, para pedir su bendición y poder permanecer juntos. El Dios del Sol aceptó y bendijo su amor.


Tristemente, la tragedia golpeó a la pareja cuando Huitzilin tuvo que separarse de Xóchitl para participar en una batalla para proteger a su pueblo. Un tiempo después, Xóchitl recibió la terrible noticia de que su amado había fallecido en el conflicto. Llena de dolor, le pidió al Dios del Sol que le permitiera unirse con Huitzilin en la eternidad.


Conmovido por su sufrimiento, el Dios del Sol decidió transformar a Xóchitl en una hermosa flor. Lanzó un rayo dorado sobre ella, lo que hizo que en la tierra se creara un botón de flor que permaneció cerrado por mucho tiempo. Un día, un colibrí se acercó atraído por el aroma de la flor y se posó sobre sus hojas. En ese momento, la flor se abrió y reveló su hermoso color amarillo, similar al sol. La flor había reconocido a su amado Huitzilin, que ahora tenía la forma de un colibrí.


Cuenta la leyenda que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes, el amor entre Xóchitl y Huitzilin perdurará para siempre.


En la actualidad, esta leyenda sigue viva y la flor de cempasúchil ocupa un lugar central en las ofrendas del Día de Muertos. Además de su significado simbólico, la cempasúchil atrae a miles de turistas y visitantes, quienes quedan maravillados por el mar de flores amarillas que decoran las tumbas y altares en los cementerios de todo el país.

 

En resumen, la flor cempasúchil, cuyo nombre significa "flor de veinte pétalos", se ha convertido en el símbolo más representativo del Día de Muertos en México. Su leyenda de amor eterno entre Xóchitl y Huitzilin, así como su aroma que guía a las almas de los difuntos hacia sus ofrendas, resalta la importancia de esta flor en la celebración y en nuestra cultura mexicana. La cempasúchil nos recuerda que la muerte no es el final, sino una continuación de la vida en la memoria y el amor de aquellos que ya no están físicamente con nosotros.


(JRA)