El gobierno de Estados Unidos elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Esta medida refuerza la postura de Washington, que lo desconoce como mandatario legítimo desde su controvertida reelección en 2019.
El líder venezolano enfrenta cargos por narcotráfico en tribunales estadounidenses, y el aumento de la recompensa representa un endurecimiento en los esfuerzos de la administración del entonces presidente Donald Trump para presionar su salida del poder.
La fiscal general, Pam Bondi, afirmó que organizaciones criminales como el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Soles han colaborado con Maduro en actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas. Según sus declaraciones, la DEA ha decomisado hasta ahora 30 toneladas de cocaína vinculadas a estas redes, de las cuales siete estarían directamente relacionadas con Maduro.
La funcionaria también señaló que parte de la droga incautada contenía mezclas con fentanilo, lo que ha provocado efectos devastadores en diversas comunidades de Estados Unidos. Paralelamente, se han decomisado propiedades y bienes valorados en más de 700 millones de dólares, incluyendo aeronaves, vehículos y otros activos financieros asociados al círculo cercano del mandatario.
Washington justifica esta acción como parte de su respuesta frente al "régimen ilegítimo" encabezado por Maduro, cuya reelección fue rechazada por múltiples países. Además, persisten recompensas similares por otros altos funcionarios venezolanos, entre ellos Diosdado Cabello Randón, Vladimir Padrino López y el actual ministro del Interior y Justicia, quienes también enfrentan acusaciones por delitos relacionados con el narcotráfico.
(CAGG)