Un policía que dio una descarga eléctrica fatal a una mujer de 95 años con una pistola taser mientras se encontraba en un asilo para personas de la tercera edad en el estado de Nueva Gales, en Brisbane, Australia, el 17 de mayo de 2023, fue declarado culpable de homicidio luego de que un juez determinó que la víctima, quien sostenía un cuchillo, no representaba una amenaza “inminente”.
El policía Kristian White fue llamado al sitio cuando el personal solicitó ayuda con una residente que sostenía dos cuchillos, mientras empujaba un andador por las instalaciones.
Según los documentos judiciales de caso, Clare Nowland, que padecía demencia senil, se negó a regresar a su habitación y, posteriormente, le arrojó un arma blanca a un empleado que cayó al suelo antes del arribo del servicio de emergencia.
Por su parte, el tribunal señaló que la anciana había sido acorralada en una oficina por la policía y los paramédicos, y se había negado a dejar el cuchillo para cortar carne cuando White utilizó su taser.
Más tarde, el jurado deliberó durante poco más de tres días antes de emitir un veredicto de culpabilidad por un cargo de homicidio contra White, por violar su deber de cuidado hacia Nowland y participar en un acto ilegal y peligroso.
Por su parte, el oficial declaró ante la instancia legal que creía que “era inminente un enfrentamiento violento”. No obstante, el reglamento local establece que un arma de ese tipo únicamente puede usarse contra personas mayores en “circunstancias excepcionales”.
Tras recibir la descarga con el dispositivo, Nowland cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza. Murió una semana después en el hospital, el 24 de mayo.
La familia de la fallecida emitió poco después una declaración después del fallo, y sentenciaron que la muerte de Clare “a manos de un oficial de policía de Nueva Gales del Sur en servicio fue un acto criminal e injustificado".
(CAGG)