El ataque de la ciudad de Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos, durante la celebración de Año Nuevo generó conmoción a nivel internacional no sólo por el número de víctimas mortales, sino por el uso de un explosivo casero nunca empleado en agresiones en esta nación y en el continente europeo.
Asimismo, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) centraron las indagatorias para determinar cómo Shamsud-Din Jabbar tuvo acceso al material y logró fabricarlo.
A pesar de confirmarse que el hombre colocó dos artefactos explosivos en una calle aledaña, las bombas no estallaron al momento de la ofensiva, debido a que un transmisor encontrado en la camioneta del agresor, el cual estaba diseñado para detonar los dispositivos, no funcionó.
Adicionalmente, al interior del vehículo de Jabbar, fueron recuperadas dos pistolas y una bandera del Estado Islámico, lo que refuerza la hipótesis de un ataque inspirado por la organización terrorista.
Según el medio estadounidense, The Washington Post, Jabbar grabó un video donde juró lealtad al grupo, el cual fue hallado durante la inspección de sus pertenencias.
(CAGG)