En cuestión de minutos, la tranquilidad del municipio de Escobedo, Nuevo León se transformó en un caos, cuando la paz fue interrumpida por un incendio en una bodega, que de inmediato, adquirió un tamaño colosal.

Las llamas se desprendieron de un edificio de la empresa de embalaje Foamcell, ubicada en la avenida Nexxus, entre Sendero Divisorio y Santa Barbara, en la colonia Joyas de Anáhuac, donde se procesa poliuretano.

La columna de humo era visible desde otros municipios.

Al llamado de emergencia se movilizaron elementos de Bomberos de Nuevo León, de al menos 3 empresas privadas, rescatistas de Protección Civil del Estado y de Escobedo, Apodaca, Monterrey y San Nicolás, así como efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, policías y tránsitos municipales.

Por la cercanía con otras empresas, al menos 170 personas tuvieron que ser desalojadas de sus trabajos, solo 50 de ellas, de la misma empresa que ardía.

Dentro del infierno, mientras el fuego consumía todo, los brigadistas corrían contra el tiempo, para evitar que el fuego alcanzara otros inmuebles.

Sin esperarlo, de manera repentina, una parte del techo de la fábrica colapsó, lo que agregó más tensión a la batalla contra el siniestro.

Luego de un par de horas de trabajo, los bomberos pudieron controlar el incendio, continuando con labores de enfriamiento, pero, ya una vez descartado un mayor riesgo para la población, contuvieron una tragedia, que pudo haber sido más devastadora.

(MMSV)