Al finalizar su gira por Bélgica, el papa Francisco condenó fuertemente los abusos del clero en su sermón del domingo, luego de sufrir críticas y denuncias por altos funcionarios.
El pontífice de 87 años dijo que no hay lugar para el abuso ni sus encubrimientos y pidió a los obispos a no ocultarlos; ante cerca de 37 mil asistentes en el estadio de fútbol Rey Balduino de Bruselas.
El rey Felipe de Bélgica y el primer ministro Alexander De Croo pidieron acciones concretas para ayudar a los sobrevivientes de los abusos, así mismo, una universidad católica le reclamó sobre el papel de la mujer en la iglesia y la sociedad que prohíbe su ordenación al sacerdocio, a lo que enfatizó que la iglesia no se maneja como una corporación, se limitó a describirlas como "una acogida fértil, cuidado (y) devoción vital".
(FAGG)