El camino para la elección de un nuevo papa sigue, y los cardenales que participarán en el cónclave secreto, comenzaron el registro el martes en dos hoteles del Vaticano, donde se les prohibirá el contacto con el mundo exterior.
Luego de que el personal prestó juramento para guardar absoluto secreto bajo la pena de excomunión, ahora tocó el turno para los integrantes del Cónclave quienes se reunirán el miércoles siete de mayo a las 16:30 hora local. Con el objetivo de nombrar al nuevo pontífice, algunos buscan que el sucesor continúe con el impulso de Francisco, mientras otros tienen la intención de regresar a las raíces con la prioridad de la doctrina.
Uno de los hoteles, es el que fue la residencia de Francisco, la Casa Santa Marta, con 105 suites confortables de dos estancias, 26 habitaciones individuales, varios salones, un comedor y una amplia capilla. Las habitaciones asignadas están equipadas solo con lo esencial, cama individual, armario, dos mesillas y baño con ducha. Otro será Santa Marta la vieja, edificio adyacente al lugar de hospedaje mayoritario.
Como establece la normativa vaticana, durante el cónclave el aislamiento de los electores será total y por tanto serán retirados todos los dispositivos electrónicos y los móviles, así como desaparecerán de Santa Marta las televisiones, teléfonos, radios y cualquier otro medio que pueda violar lo estipulado por Juan Pablo II en la Constitución Apostólica.
En vísperas del cónclave, los cardenales reunidos en el Vaticano pidieron de manera urgente cesar los conflictos en Ucrania, Medio Oriente y otras regiones, lamentaron la falta de avances hacia la paz y el impacto sobre civiles.
A través de un comunicado, solicitaron un alto el fuego permanente y negociaciones inmediatas, sin condiciones previas, para alcanzar la paz anhelada por los pueblos y el mundo. También invitaron a los fieles a intensificar sus oraciones por una paz justa y duradera.
El cónclave será presidido por el cardenal más veterano de la Orden de los Obispos, Pietro Parolin, secretario de Estado y posible candidato. Si él es elegido, el cardenal Fernando Filoni le formulará la tradicional pregunta de aceptación en latín. La Capilla Sixtina, bajo resguardo de la Guardia Suiza, permanecerá cerrada mientras los cardenales deliberan; el cardenal George Jacob Koovakad abrirá y cerrará sus puertas. Tras la señal del humo blanco, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, anunciará al mundo al nuevo papa.
(APHA)