Se elevó a seis muertos y dos heridos el saldo tras la caída de una aeronave Beechcraft King Air 350 de la Secretaría de Marina de México en la Bahía de Galveston, Texas.
El avión transportaba a ocho personas, entre ellas un menor de dos años con quemaduras graves, su madre, personal médico y tripulación naval, con destino al hospital infantil Shriners para atención especializada.
El impacto ocurrió en condiciones de densa niebla. Fallecieron todos los integrantes de la tripulación, el niño que recibiría atención, y un médico. Sobrevivió una enfermera y la acompañante del menor, quienes están hospitalizadas en condición estable.
Una de ellas fue rescatada gracias a la valiente intervención de Sky Decker, un navegante local que, junto con su hijo y un amigo, se lanzó al agua al escuchar gritos de auxilio.
Decker logró extraerla de los escombros sumergidos, donde apenas tenía espacio para respirar, antes de que llegaran los equipos de buceo oficiales.
"Cuando llegamos al lugar, la situación era realmente grave. No podía imaginar que hubiera alguien con vida dentro del avión, especialmente porque estaba casi completamente sumergido. Pero las personas que estaban en el sitio dijeron que había una mujer viva allí dentro, así que me lancé al agua y me tomó un par de minutos sacarla de ahí. La saqué, y parecía estar en muy mal estado. Una vez que la tuve fuera, tardé un par de minutos más y pude sacar a un hombre que estaba delante de ella en el avión, pero lamentablemente estoy seguro de que ya había fallecido cuando lo rescaté. No respondía en absoluto. Luego pudimos llevar a la mujer hasta la ambulancia aquí, y por lo que entiendo, ahora está viva, responde y está hablando", dijo.
Las autoridades mexicanas y estadounidenses continúan la investigación para determinar las causas del accidente.
(CAGG)