Lo que debía ser una fiesta deportiva terminó en tragedia. Un aplastamiento masivo fuera del estadio de cricket en la ciudad de Bengaluru, India, dejó al menos 11 personas sin vida y decenas más heridas, durante un desfile del equipo Royal Challengers Bengaluru (RCB).

Más de 200 mil aficionados acudieron a las calles para celebrar al club, aunque las autoridades solo esperaban a la mitad. La falta de control y coordinación provocó un caos que rápidamente se salió de control.

Como consecuencia, la policía arrestó a cuatro personas, entre ellas empleados de RCB y de la empresa organizadora del evento. Además, cinco altos mandos policiales —incluido el jefe de policía de la ciudad— fueron suspendidos por negligencia en los protocolos de seguridad.

La Corte Suprema del estado de Karnataka exigió un informe completo del incidente, mientras familiares de las víctimas exigen justicia y medidas reales para evitar que algo así vuelva a ocurrir.

(CAGG)