La capacidad carcelaria aumentó por parte del gobierno británico tras los disturbios en varios pueblos y ciudades que han dejado a cerca de 400 detenidos después de la muerte de tres niñas en un evento en Southport, al norte de Inglaterra.

El Departamento de Justicia se ha visto obligado a liberar a prisioneros antes de tiempo por la crisis de hacinamiento en las prisiones, ya que solo se cuenta con 600 plazas para alojar a los involucrados en la violencia.

La policía se ve rebasada al intentar hacer frente a la protesta antiinmigrantes, después de mensajes falsos en las redes sociales que identifican equivocadamente al presunto asesino de las infantas como un inmigrante islamista. Varios países han advertido a sus ciudadanos a mantenerse alerta y no viajar de no ser necesario por los disturbios generalizados.

(APHA)