El caso de Blacky, un perrito mestizo de Iztapalapa que dormía en una improvisada cama de cartón con una cobija, conmovió a miles luego de que un hombre se la arrebatara mientras él dormía en calles de la Ciudad de México la semana pasada. El suceso logró romper barreras y despertar conciencias.
Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, mostraban al perrito intentando recuperar su manta e incluso pidiendo ayuda a un transeúnte, sin éxito. Esto generó una ola de solidaridad y un llamado urgente desde el grupo de Facebook “Perritos y Gatitos en Apuros CDMX” para encontrarle un hogar, a fin de que no siguiera enfrentando los peligros de la calle.
Blacky no solo recuperó lo perdido, sino que obtuvo algo aún mejor: una familia. Gracias al esfuerzo colectivo, fue adoptado por Angie, una joven amante de los animales, quien le ofreció no solo un techo, sino una nueva vida.
(CAGG)