El suministro de gas ruso que llegaba a Europa cesó definitivamente, tras la expiración de un contrato de cinco años firmado entre Ucrania y Rusia, a finales del 2019 y que no fue renovado debido a la guerra que sostienen ambas naciones.
El cierre del paso fue confirmado por autoridades de los dos países, luego de que, por años, el combustible de Moscú se había suministrado a las ciudades europeas a través de ductos que pasan por Ucrania desde el fin de la Unión Soviética en 1991.
La situación fue confirmada con un comunicado emitido por el ministro ucraniano de Energía, Guerman Galushchenko y otro por la compañía rusa Gazprom.
(MMSV)