Estados Unidos.- Millones de estadounidenses acudieron a votar este 5 de noviembre para definir el futuro político de su país. Durante la jornada, los electores que no habían votado de manera anticipada acudieron a las urnas a emitir su sufragio a partir de las primeras horas del día.
Con el objetivo de evitar disturbios y actos de violencia, las autoridades pidieron a la población ignorar teorías de conspiración para tener una jornada tranquila. Asimismo, durante las horas vigentes se presentaron largas filas al exterior de los centros de votación.
Mientras tanto, el candidato republicano, Donald Trump, difundió, por medio de su red social Truth Social diversas acusaciones sin fundamento de un presunto fraude electoral en el estado de Filadelfia, antes incluso de que hayan cerrado los colegios electorales. Más tarde, el Departamento de Policía estatal dijo no estar al tanto de los supuestos hechos denunciados, por lo que no confirmó sobre alguna anomalía que requiriera actuación policial.
Por su parte, la candidata demócrata, Kamala Harris, acudió a su alma mater, la Universidad de Howard, sitio en donde se graduó de Ciencias Políticas y Economía en 1986. Allí, los estudiantes la recibieron entre aplausos y con emoción mientras pronunció su último discurso como aspirante presidencial.
Pocas irregularidades fueron reportadas en diversos estados claves como Arizona, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, en donde se dio a conocer la incidencia de amenazas de bombas que obligaron a desalojar a los ciudadanos y a ampliar su horario en los centros de elección, sin embargo, todas las advertencias resultaron ser falsas.
La agenda deliberante resultó ser en su mayoría tranquila en el territorio estadounidense, pese a las intimidaciones con explosivos y acusaciones de irregularidades por parte del republicano.
(MACV)