El Congreso de la Unión del Senado de la República ratificó a Juan Antonio Ferrer, exdirector del extinto Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), como embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La designación, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, fue aprobada con 24 votos a favor y 8 en contra, en medio de una sesión marcada por gritos, megáfonos y acusaciones de corrupción.
La senadora panista Lilly Téllez encabezó la protesta en tribuna, acusando a Ferrer de ser responsable del desabasto de medicamentos durante la pandemia y de beneficiar con contratos millonarios a Andy López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador.
Durante la toma de protesta, Téllez utilizó un megáfono para interrumpir la sesión, lo que provocó que legisladoras oficialistas intentaran arrebatárselo. La diputada Lilia Aguilar no logró quitárselo, pero la senadora Karina Ruiz subió con unas tijeras y cortó el cable del aparato, lo que no impidió que la panista continuara gritando sus consignas.
Ferrer, quien encabezó el INSABI hasta su desaparición, fue señalado por múltiples irregularidades en la compra de insumos médicos durante la pandemia. Ahora representará a México ante la UNESCO en París, Francia en un nombramiento que, para la oposición, simboliza impunidad.
(CAGG)