En los centros penitenciarios de Nuevo León no se realizan llamadas de extorsión, gracias a la operación de inhibidores de señal. No obstante, el gobernador Samuel García Sepúlveda señaló que dichas prácticas sí ocurren en el penal de Altamira, Tamaulipas, por lo que hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que implementen medidas similares a las adoptadas en el estado.
Como otros aciertos, enalteció que actualmente no existe sobrepoblación en los centros penitenciarios, los cuales han sido renovados gracias a una inversión superior a mil 500 millones de pesos, destinada a la creación de nuevas áreas de diferente índole. Además, adelantó que se contemplan 2 mil millones de pesos adicionales para continuar con las mejoras.
Gracias al esfuerzo de las autoridades, en los espacios de reinserción social se está cambiando la calidad de las 11 mil 300 personas que están privadas de su libertad. Se redujeron un 88 por ciento el consumo de sustancias, y también bajaron los índices de inseguridad.
Detalló que, el CERESO de Apodaca cuenta con mayor capacidad, incluyendo una unidad de psiquiatría y talleres laborales. En cuanto al penal de Cadereyta, se crearon 1,008 nuevos espacios y se construyeron murallas, entre otras mejoras.
(CAGG)