Rusia lanzó un ataque masivo con más de 600 drones y decenas de misiles contra la infraestructura energética de Ucrania, que dejó al menos tres muertos, entre ellos un niño de cuatro años, y provocó cortes de electricidad en varias regiones del país.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó la ofensiva, ocurrida en vísperas de Navidad, como una señal clara de las prioridades de Moscú y acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de negarse a poner fin a la violencia. Afirmó que el ataque se produjo en medio de los esfuerzos diplomáticos para terminar la guerra.

Las regiones occidentales fueron las más afectadas, informó la primera ministra Yulia Sviridenko, quien denunció que el objetivo fue dejar a la población sin luz ni calefacción. Ante los daños, se activaron alertas aéreas y cortes de energía de emergencia.

(APHA)