Los regios lamentaron profundamente la muerte del papa Francisco, ocurrida a los 88 años, recordando como su principal enseñanza la ayuda incondicional a los pobres. En muestra de respeto y cariño, muchos acudieron a la Catedral Metropolitana de Monterrey, Nuevo León, para orar por su eterno descanso.
La conmocionante noticia provocó lágrimas entre la ciudadanía, que incluso, algunos dejaron sus actividades para acercarse al recinto católico y dedicar un momento de oración al pontífice fallecido.
También, optaron designar unos momentos antes de llegar al trabajo, para pedir por su eterno descanso, comentó una mujer creyente.
Con tristeza, los habitantes recordaron todo lo bueno que les dejó el pontífice, exhortando a los demás, para que acudan a la iglesia a rezar en memoria del sucesor de Pedro.
Nadie esperaba el fallecimiento del Santo Padre, no obstante, buscaron la manera de contribuir con sus oraciones como sinónimo de su fe y solidaridad.
(CAGG)