El rechazo del Gobierno español a elevar el gasto en defensa al 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) ha generado malestar entre los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a pocos días de la cumbre en La Haya, Países Bajos. La negativa del presidente Pedro Sánchez ha sido calificada como un obstáculo para alcanzar un acuerdo sobre el nuevo compromiso militar.
Fuentes diplomáticas advierten que “no hay exclusión posible” y que la postura española podría hacer descarrilar la cumbre. En una carta al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Sánchez propuso una fórmula más flexible o que España quedara exenta del objetivo común.
La Alianza continúa negociando contrarreloj para evitar una fractura interna en plena tensión geopolítica global.
(CAGG)